tu deseo en mis entrañas
como fuego de gardenias
ha encendido mi candil.
Son tus manos de vainilla
que recorren mi desierto,
ciervo joven que se adentra
en los bosques de mi hiel.
En la noche espesa y verde,
ciertos soles circunspectos
se aproximan a mis pliegues
para hacerme enmudecer.
Es tu lengua, vil culebra,
tu suspiro de ceniza, tus sentidos
enredados en mis dedos encrespados,
tu sudor sobre mi frente,
mi sudor sobre tu piel.
Es tu boca quien dibuja
cada uno de mis poros
arrancándoles gemidos,
y un temblor de amanecer.
El sendero que recorre
tu deseo en mis entrañas
en la noche espesa y verde
nace y muere cada vez...
...Miyu.
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