lunes, 25 de octubre de 2010

Extrañar...

Extrañar es acariciar la nada
jugar con imágenes que huyen,
que se burlan y alimentan es un
encuentro entre el pasado y el
presente, husmear de la memoria
de forma sádica y morbosa.

Extrañar es satisfacer un hambre,
con un anzuelo, con el conocimiento
de que quedaremos atrapados de
manera irremediable, es una trampa
en la que cae el que la tiende, una
creación imaginaria que consuela...
Pero no vuelve...

Extrañar es el cansancio, un triste
cansancio de lo que se pierde una
luz que ilumina con timidez el oscuro
rincón del olvido, es un grito entre
sordos, una mueca entre ciegos.

Extrañar es el hielo en el que 
congelamos los recuerdos, que se 
derriten lentamente, con dolor,
inevitablemente es carne que se pudre
polvo que sopla el viento.

Extrañar es, de una buena vez,
como morir...

...Miyu.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Mi alma es morada.

Cuando tú, corazón, me dictes.
Cuando tú, cerebro, lo nombres.
Donde vosotros, pies, me llevéis.
Cuando nosotros, alma, decidamos.

Entonces levantaré el vuelo.
Sólo entonces mi voz se alzará.
Allí construiré el vuelo.
Sólo así me sentiré colmada.

Las noches serán suaves cometas,
la música traerá notas nuevas,
las obras enmudecerán al hombre
y el sol cubrirá de nuevo la tierra.

Será el momento de las palabras
que se trenzan con susurros quedos.
Sonará la viña bajo el arado,
doblegando el dolor del silencio.

Porque mi alma es morada,
mientras vivamos, ¡triunfaremos!
mientras creamos, ¡triunfaremos!
con cada paso andado, ¡triunfaremos!

...Miyu.

Mi alma es morada

  • .


Cuando tú, corazón, me dictes.
Cuando tú, cerebro, lo nombres.
Donde vosotros, pies, me llevéis.
Cuando nosotros, alma, decidamos.

Entonces levantaré el vuelo.
Sólo entonces mi voz se alzará.
Allí construiré el vuelo.
Sólo así me sentiré colmada.

Las noches serán suaves cometas,
la música traerá notas nuevas,
las obras enmudecerán al hombre
y el sol cubrirá de nuevo la tierra.

Será el momento de las palabras
que se trenzan con susurros quedos.
Sonará la viña bajo el arado,
doblegando el dolor del silencio.

Porque mi alma es morada,
mientras vivamos, ¡triunfaremos!
mientras creamos, ¡triunfaremos!
con cada paso andado, ¡triunfaremos!

...Miyu.













lunes, 18 de octubre de 2010

Somos Humanos, Simplemente Eso...

Nos llamamos amigos. Nos aplaudimos. Nos alentamos.
Nos enfadamos. Nos engañamos. Ocultamos para herir,
para que no nos hieran. Mostramos para que nos quieran.
Jugamos con las palabras, pero también con los silencios.
Anhelamos y nos decepcionamos, y en nuestro egoísmo
casi infantil de personas adultas culpamos a los demás 
de nuestros fallos, y nos vanagloriamos del valor que, en
realidad, otros generosamente nos atribuyeron.

Somos capaces de la más incondicional de las renuncias
por amor, y la más vergonzante de las mezquindades por
rencor. 
Nos juzgamos, y en ocasiones hasta nos sentenciamos.
Ejecutamos esa sentencia sin un temblar en la mano ni
un quebranto en la voz. Y pedimos clemencia.

Somos lo mejor y lo peor del género humano. Cada uno de
nosotros. Compartimos y reservamos. Reímos abiertamente
y lloramos en silencio. Envidiamos. Flagelamos al prójimo con
nuestro éxito. Somos profundos, honestos, sublimes.
Somos frívolos, zafios, un fraude.
Pateamos el culo y abrazamos el alma. Nos enredamos.

Buscamos cobijo y lo negamos, y en ese continuo ir y venir
nos aferramos al grupo o soltamos vela, porque cada uno de
nosotros tiene una vida y el grupo es solo una parte de ella.
Hablamos sin saber, caracterizamos, encasillamos y ni siquiera
nos damos cuenta de lo que hacemos.

Pedimos comprensión, pero no damos herramientas para que 
nos comprendan. Nos usamos y nos usan, porque los amigos se
toman la casa, el alma y hasta el reposo como suyos que son.
Nos acomodamos al mimo y zafamos del desencuentro, pero...
Regresamos.

Somos una amalgama de individualidades unidas por extraños,
por estrechos lazos invisibles que perduran en el espacio y en el
tiempo, lazos que nos superan a nosotros mismos.
Somos y estamos por voluntad propia, por la voluntad individual
de todos los que somos y estamos, con la certeza que seguiremos
siendo y la duda de seguir estando.

Somos humanos, simplemente eso ... ¡Humanos!

...Miyu.

domingo, 17 de octubre de 2010

El Plat de fusta (El plato de madera)

Quiero compartir con vosotros una bonita historia que mi 
compañera de trabajo me ha contado, nacida en Cataluña 
y esa misma historia sirve para que todos aprendamos de ella.
Es algo así como una lección de vida que reside en las familias
de no sé cuantas generaciones, y una promesa de no olvidarla
jamás.

En una Masía (una Masía es una casa de campo en Cataluña)
vivían tres generaciones de una misma familia.
Como es costumbre en Cataluña, cuando el padre es muy mayor
para ocuparse de las tierras, el hijo mayor, que nunca marcha 
de casa, aún se case, porque está llamado a ser el heredero de
todos los bienes de la familia, le toma el relevo como amo y como
jefe de la familia.

A los pocos días de haber tomado el padre el relevo al abuelo,
sacó un viejo plato de madera y a la hora del almuerzo cambió
el plato de loza por ese otro, diciéndole: A partir de hoy, padre,
usted comerá en este plato de madera, porque sus manos ya están
trémulas y podría caerle el platoo de loza y romperlo. El hijo de la
familia contempló la escena, le pareció mala cosa, pero no dijo nada.

Pasaron los años y el abuelo murió, el padre se conviertió en abuelo
y el hijo en padre. El nuevo padre tomó el relevo como amo de las
tierras y el jefe de la familia. Un día llegó el nuevo padre al desván,
a la hora del almuerzo, con el plato de madera en la mano.
El abuelo, sorprendido, le preguntó: ¿Por qué has hecho eso?
y el padre le contestó: Porque los hijos hacemos con nuestros padres
lo que ellos hicieron con nuestros abuelos.

Cuando a veces el padre de ésta compañera pierde la paciencia con
la abuela, siempre tiene a uno de sus hijos para decirle: 
"El plat de fusta" (El plato de madera) y entonces él recupera al
instante la paciencia, porque recuerda que sus abuelos fueron 
respetuosos y pacientes con sus padres y espera que todos ellos lo
sean con él. El plato de madera es, en esa y en muchas otras familias,
una promesa entre generaciones de respeto.

Espero que os haya gustado la historia y la recordéis a lo largo de 
vuestra vida.

...Miyu.

sábado, 16 de octubre de 2010

Tan solo amistad...

Aquella noche yo estoy allí, tan solo observo el cielo,
contemplo el suave deslizar de las nubes movidas por
el viento, la mente repasa con nostalgia los momentos
de antaño, recuerda aquellas noches de fiesta con los
amigos, bailando hasta el amanecer, compartiendo tantas
cosas, tantos sentimientos, risas y lágrimas.

De pronto me doy cuenta de que al igual que las nubes, mi
vida se había deslizado sin a penas darme cuenta de ello,
los han años habían pasado y no recuerdo haber hecho
nada importante, nada por lo que se me pudiese recordar...
Y una vez más la tristeza me invadió.

Con una inmensa pena, me acomodo en el sillón, recordando
al amigo que compartía confidencias y que tantas veces
había sido mi consuelo y le echo de menos, más que de 
costumbre, desearía tenerle aquí, sentado a mi lado y poder
conversar, contarle como me siento y escuchar su voz...
Me aportaba una gran tranquilidad, y en este instante mis
ojos no pueden evitar llenarse de lágrimas, y mi tristeza se
convierte en pena que me ahoga el corazón.
Jamás volveremos a compartir secretos, ni podremos reírnos
juntos de la vida, ya no se podrá sentar a mi lado nunca más, 
ni compartir sus cosas, la familia, los amigos, los planes de 
futuro.....Porque él, ya no está.

Por momentos va desapareciendo esa pena, para volver la
tristeza...

Mi juventud fue pasandome por delante de mis ojos, como si
solo fuese un espectadora de mi propia vida, y entre tanta 
tristeza me doy cuenta de que cada cosa, cada momento, cada
persona que se había cruzado en mi vida, había contribuido a
formarme como persona.

La noche avanza y el sueño ya empieza ha hacer mella en mis ojos,
decido que ya es el momento de acostarme y tratar de descansar´
tanto mi mente como mi cuerpo están agotados, necesito dormir...
Recuesto mi cabeza en la almohada esperando caer en un profundo
sueño, pero no puedo, los recuerdos siguen aflorando.

Al final mis ojos poco a poco se van cerrando...

Apenas amaneció... Llegan a mi cara unos rayos de sol y me despierta.
Me siento mejor, la tranquilidad y la calma del amanecer me gustan,
miro por la ventana, sonrio al ver el nuevo día que comienza y me 
preparo para disfrutarlo.

Tan solo eran las 8 de la mañana, en el paseo marítimo solo encontraría
a personas que solo iban a caminar o practicar algún deporte
aprovechando la soledad de la mañana, el momento perfecto de pasear
y pensar. Camino por la playa con calma, sin variar mi paso, primero sin
acercarme a la orilla. Me di cuenta de que había perdido la noción del
tiempo, llevaba más de hora y pico caminando, la paz de la mañana y el
rumor de las olas me habían aislado del mundo, entonces decido emprender
el camino de vuelta a casa.

Ya de regreso, con mucha tranquilidad, como si de un ritual se tratara
me preparo un café y me dirijo hacía donde se encuentra el teléfono,
miro el reloj que adorna la repisa y a pesar de que consideraba que aún
era temprano, decido llamarle. Poco a poco voy marcando los números que
darán paso a esa voz tan cordial y amistosa, que tanto añoro y pienso...
( He demorado mucha está llamada, ahora es un buen momento )
Comienzo a escuchar el rítmico sonido que indica que la llamada está en
curso, tiemblo...Y de pronto le escucho, el corazón me dio un vuelco, hacía
tanto tiempo que no se oían... Le respondo con un sencillo...,
- " Hola . ¿Cómo estás? ", la sorpresa se dejó notar en su voz, al pronunciar
mi nombre. Acabo de darme cuenta de lo mucho que le extrañaba, de lo
mucho que había echado de menos esa voz dulce, las bromas que nos hacíamos
uno al otro, las risas compartidas, los momentos serios, y pienso:
¿Por qué he tardado tanto?-. Con tono cómico le digo: ¿No pensarías que te
ibas a librar de mi, verdad?-. Olvídalo, ya te dije que te había caído cadena
perpetua.- Una gran carcajada se escucha al otro lado de la línea-.
- Me alegra ver que no has cambiado, ni te imaginas como echaba de menos
hablar contigo, siempre logras hacerme reír.

Hablamos durante bastante rato, y ambos notaron como su ánimo cambiaba,
cada vez se sentían mejor. ¿Por qué hemos tardado tanto en hablar?
la pregunta salió de nuestros labios al unísono, al igual que nuestras risas,
¡nuestra complicidad aún existia! y nos despedimos prometiéndonos no volver
a dejar tanto tiempo.

De nuevo en mi sillón me doy cuenta de lo importante que es una buena amistad,
una de esas amistades que te acompañan en las noches de fiesta y permanecen
a tu lado soportando tu resaca, que saben cuando hacerte callar y demostrarte
que te estás equivocando, que te ayudan a ponerte en pie cuando caes y con solo
mirarte, sin pronunciar una palabra saben que necesitas un abrazo y para eso
están ahí, para abrazarte con cariño, sin decir nada... Tan solo hacerte sentir
el inmenso cariño que existe.

Con una sonrisa en los labios decido que ese había sido un buen comenzar,
que el día sería estupendo porque había empezado haciendo algo pendiente,
algo muy importante que jamás debí posponer:
" Decir te quiero, a esa persona que es tan importante en tu vida, a tu amigo "

...Miyu.

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