Lo que no será...

Yo vago por la calle
lejana del olvido,
donde viven los sueños
aún sin alcanzar,
y habitan en mi casa
los besos confundidos,
por eso amores
que nunca llegarán.
Los días que se han ido,
los fuegos encendidos,
las rosas y nardos
que no florecerán,
parecen hoy un lecho
de todo lo querido,
donde mis esperanzas
también reposarán.
En la puerta de entrada
dos tulipanes negros,
tan negros como el cielo
sin luna y al entrar,
recibo el frío abrazo
del hada del silencio
que me acompaña siempre,
cuando todos se van.
No hay flores en mi mesa,
ni pájaros que canten,
no hay voces en mi pieza,
ni ruido de mar,
sólo eterna bruma
sutil de la tristeza,
que siempre me acompaña
de lejos, sin hablar.
Los árboles que entonces
erguidos sostenían
los nidos y los frutos,
ya su sombra no dan,
sólo les queda el nido,
de amores, que dormidos
y con las alas rotas
ya nunca volarán.
Me llegaron las horas
de la melancolía
y ha tocado a mi puerta
para poder entrar
mi casa siempre abierta
desde que está vacía,
deja entrar a las penas
y ya nunca se van.
Por eso se han marchado
todas las alegrías
porque ellas no podrían
vivir en soledad,
y me han dejado sóla
sumida en la penumbra,
se han marchado muy lejos
y nunca volverán.
Aquí no hay madreselvas,
ni rosas, ni azucenas,
ni luz, ni primaveras,
sólo hay oscuridad...

...Miyu.