¡Muera yo! Una y mil veces,
y en cada ocasión que mi
necedad herirte pudiera.
Muera esta misma noche
si ocasión tuviera
de destruir un sólo átomo
de tu felicidad futura.
Destrúyeme con tu amarga
lágrima de decepción y duda,
sacudeme la tierra bajo mis pies
para que débil me tambalee.
Exíliame de tu corazón,
que es mi patria y mi bandera,
pero no permitas nunca más
que mi incompresión te hiera.
Soy amante y yerro, y por amor
hiero aún sin quererlo,
pásame ese dolor profundo,
que por ti lo sufriré en silencio ...
...Miyu
martes, 28 de septiembre de 2010
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